martes, 30 de noviembre de 2010

AÑORADA MANTINEA.


En Mantinea la pequeña ciudad de la Arcadia, de la que era natural Diotima, floreció desde tiempos antiguos un linaje de mujeres filósofas vinculadas a las funciones mánticas y purificadoras de Apolo, mediante las que se habían lanzado a la búsqueda de una conducta lo más cercana posible al significado de justicia y bondad.
"La agradable Mantinea"[1], estaba edificada en una pequeña colina, cerca de la actual ciudad de Gorchuli, al noreste de la región de la Arcadia, en el Peloponeso. Uun lugar vinculado a una vieja frase clásica "et in Arcadia ego", que alude a la época en que el hombre era feliz antes de su caída, antes del pecado, cuando todavía entendía el lenguaje de los pájaros y podía hablar con dios.
Las diferentes poblaciones que habitaban la Arcadia, estaban considerados como los más antiguos del Peloponeso. Pausanias, en su Derscripción de Grecia, nos narra como el primer rey del país fue Pelasgo, que según cuenta la tradición, infundió el espíritu civilizador entre los arcadios que a partir de entonces pasaron a ser sedentarios.
Licaón, hijo de Pelasgo, fundó Licosura en el monte Liceo, instaurando el culto a Zeus Liceo, en honor del cual se celebraban en época micénica los juegos liceos.
Los hijos de Licaón fundaron las ciudades arcadias de las que son epónimos. Así, Palante fundó Palantio, Oresteo, Orestasio, Fígalo Figalía y Mantineo, Mantinea.
En la guerra de Troya los arcadios se unieron por primera vez.[2] y en ella Homero se refiere a la patria de Diotima con el feliz apelativo anteriormente citado, lo que nos confirma la existencia de la ciudad en época micénica.
La fundación mitológica de Mantinea se llevó a cabo por Mantineo, hijo de Licaón, que situó la ciudad a doce estadios de la fuente de Arne, lugar en el que Rea dejó a Poseidón junto a un rebaño de corderos, después de que le dijera a su esposo que había dado a luz un caballo para que se lo comiera en lugar del niño.
Esta primera Mantinea en época del viajero romano Pausanias era conocida como Ptolis. Antinoe, hija de Cefeo, había trasladado a sus habitantes desde allí al lugar de la mantinea de época romana.
Antinoe adoptó como guía de la expedición a una serpiente, por ello el río que corre junto a la ciudad recibe el nombre de Ofis. El hecho de que Antinoe, una mujer, adopte como guía a la serpiente, símbolo femenino, para fundar la ciudad es doblemente significativo para el asunto que nos ocupa.
La serpiente que guía a Antinoe nos trae a la memoria aquella otra que mató Apolo antes de hacerse con el patronazgo de Delfos. La serpiente, principio femenino representativo de la gran diosa del oráculo destruido por Apolo, surge de nuevo en la Arcadia guiando a una mujer, inspirada por el oráculo, a fundar una ciudad que estará organizada espiritualmente en torno a lo femenino. En ello podría verse un intento de restauración , por parte de las mantineanas , del primitivo culto a la gran diosa de la tierra.
De hecho eran las deidades femeninas las que ocupaban un lugar más destacado en el universo espiritual mantineano.
Leto compartía un templo con Asklepio, hijo de Apolo;, este templo, poseía un pedestal dedicado a las musas. Démeter , y su hija Core poseían otro templo al igual que Hera, en una de cuyas imágenes (obra de Praxíteles) aparecía sentada en un trono junto a Atenea y Hebe hija de la diosa tutelar del mismo. Otros templos importantes eran los de Afrodita Simaquia "Alianza", del que existe una imagen en cuyo pedestal encontramos una inscripción en la que Nicipe, hija de Páseas, dice ser aquéella que la ofrendó. Por último tenemos el santuario de Atenea Alea, de la que se conserva una imagen en el museo de Trípoli.
En el Hestia común de Mantinea se decía que yacía Antinoe, la mítica fundadora de la ciudad y en el ágora existía una estatua de Diomedea, hija de Arcade, hijo a su vez de la ninfa Calisto, seducida por Apolo bajo la figura de su hermana Artemisa, puesto que ésta huía de los hombres y cuya tumba se conservaba junto al altar de Hera, en el denominado "altar de Helio".
Los alrededores de la ciudad arcadia se encontraban igualmente salpicados de recintos sagrados dedicados a deidades y personajes mitológicos femeninos.
Artemisa, hermana gemela de Apolo, poseía un santuario en la primitiva Mantinea; , a su derecha en un elevado túmulo, encontramos la tumba de Penélope, esposa de Ulises. La tradición mantineana narra que Penélope no se había mantenido fiel a su esposo durante la larga ausencia de éste, sino que había tenido amantes., Ulises, enterado, la habría enviado junto al padre de ésta al Peloponeso, instalándose definitivamente en Mantinea, allí se habría unido a Hermes y fruto de esta unión nació el dios Pan.
Fougéres identifica a la Penélope mantineana con la ninfa Calisto, homóloga a Artemisa, con lo que Penélope, madre de Pan sería una hipóstasis de Artemisa-Calisto, demostrando con ello que los mitos de la región portan vestigios de una cultura más antigua en la que lo femenino ocuparía un lugar muy destacado.[3]
De la unión de Penélope-Calisto-Artemisa, vinculadas a la naturaleza, con Hermes, dios mensajero de los dioses (intermediario), nace el dios Pan, "la totalidad", que participa de lo divino y de lo humano, lo uno y lo múltiple, la armonía y el drama, característica principal y trágica de todo lo creado, capaz de los sueños más hermosos y las peores pesadillas.
En el camino de Mantinea a Tegea, Démeter poseía en la ladera del monte Alesio un bosque sagrado, bajo la advocación de Démeter Themis., Een el bosque se daba asilo a aquellos que el ansía de venganza de losa hombres perseguía., Eesta postura de Démeter se opone a la austera justicia divina que imponían las Praxídias y Alalcómena y Alalcómena, también presentes en la región.
Cerca de allí, en el mismo camino, se encontraba el templo de Poseidón Hipío. En este templo estaba absolutamente prohibida la entrada a los hombres;, para evitarlo, sus guardianas extendieron un hilo de lana. Épito, hijo de Hipóto, cortó el hilo cuando entró en el santuario;, poco después se quedó ciego al alcanzarle una ola y enseguida le llegó la muerte. Fougéres asimila el culto de Poseidón Hipio con el agua de las fuentes, que aseguran la subsistencia a través de los pastos a su animal favorito,; el caballo;, de este modo el caballo aparta el símbolo de la fuente sorda que brota y retorna casi enseguida a la tierra. Sin embargo las mujeres son las únicas a las que les está permitida la entrada, con lo que el caballo no consiguió acabar con el simbolismo femenino que lleva consigo la fuente.[4]
Por último Mera, la heroína arcadia hija de Atlas y mujer de Tegeates, tenía su sepulcro a los pies de la colina de Nestani.
G. Fougéres escribe lo siguiente al respecto de los cultos femeninos en la región de Mantinea:


"Dans les rapports entre les hommes et les dieux, le rôle d´'interméédiaire semble évolu de préférence aux femmes...La femme était dépositaire de l`inspiration divine et la transmettait aux hommes par l`initiation. D`aprés dévolu de préférence aux femmes. La femme était déposiraire de l´inspiration. D'après Hèérodote, ce sont les filles de Danao qui ont enseigné aux femmes des Pélasges lews rites égyptiens de Déméter Isis, et les arcadiennes en ont gardé le secret. Sans parler des grandes désees, les héroïines abondent dans les légendes mantinéennes: les Péliades, Alalcomenia, Maira, Péenélope, Phialo, Deomeneia fille d`'Arcas, Autonoé [5] è fondatrice de Mantinéèe... Les femmes des grandes families manntinées sont mêlées d`uùne manièére trèés active aux cultes de la Cité."[6]



También Apolo había elegido desde tiempo atrás el altiplano mantineano como residencia, poseyendo junto con Leto, Démeter y Asklepio un templo dentro de la ciudad, en el que no nos es difícil imaginar a Diotima ejerciendo su función mántica y purificadora, como nos lo muestra la estela conservada en el museo de Atenas. Pero como hemos tenido la ocasión de comprobar eran las divinidades femeninas las reinas absolutas del universo espiritual de la región mantineana.
El viajero Pausanias, en el s. II d.c comentó a su paso por la región de Mantinea:

"Cuando comencé a escribir mi historia, estas leyendas de los griegos las consideré más bien como tonterías, pero al pasar a las de los arcadios he llegado al siguiente juicio sobre ellas, Que antiguamente los griegos considerados como sabios contaban sus historias por enigmas y no directamente, y que por lo tanto lo que se dice sobre Crono (Cronos, el tiempo destruyó a los primeros hombres y a sus obras) encierra una cierta sabiduría de los griegos.[7] ."[8]



En esta afirmación Roger Godel cree que Pausanias ha descubierto en la región mantineana la presencia de una sabiduría secreta. Una sabiduría que las compatriotas de Diotima y ella misma, habrían elaborado a partir de primitivos cultos vinculados a la gran diosa de la tierra y las fuerzas de la naturaleza, que más tarde habrían asimilado a dioses olímpicos como Apolo, Artemisa, Démeter o Hera, así como a infinidad de ninfas y heroínas menores.
A partir de la belleza del paisaje mantineano , estas mujeres habrían creado una filosofía de características místicas en la que "el todo queda unido a sí mismo". El paisaje sería el intermediario entre Dios y los hombres, poniendo un interés especial en las fuentes y los pantanos de la región.[9]
Los pantanos de la región mantineana, situados en la llanura de Argo son una tierra baldía en la que el agua baja a ella desde las montañas, convirtiendo el terreno en pantanoso;. nada impediría que la llanura se convirtiera en un pantano durante todo el año sino fuera porque el agua desaparece en una abertura de la tierra. Esta agua vuelve a aparecer de nuevo en la fuente Dine, en la Argólida.




Estos pantanos, adsorvidos por la tierra, junto con las fuentes que vuelven a ella nada más brotar y ríos que discurren desde las entrañas de la misma para desembocar en la infinitud eterna del mar, son metáforas de la existencia humana. La condición mortal de los elementos de la naturaleza, incluido el hombre, nacen de las entrañas para volver a ellas de nuevo, del mismo modo que la sabiduría surge de una fuente de la que bebemos y llevamos directamente a nuestras entrañas.
Es un proceso que no cesa, porque si el agua de la fuente, o la de los pantanos vuelve a surgir de nuevo después de que se la tragara la tierra, la sabiduría, desde nuestras entrañas vuelve a resurgir de nuevo, convertida en fuente de la que beberán otros muchos. Diotima, que habría destacado especialmente en su calidad de sacerdotisa purificadora, desconocía, cuando una tarde del 440 a.Cc enseñaba a un joven de treinta años llamado Sócrates, que se estaba convirtiendo en el símbolo de sus propias enseñanzas; la fuente de la sabiduría de las mujeres y, en definitiva, de todo lo femenino, representado en la mitología mantineana
[1] Homero. Ilíada. II, 607.
[2] Ibídem. II. 603-614.
[3] G. Fougères. Mantinée et l'Arcadie orientale. Bibl. des Écoles Françaises d' Athenes et de Rome. Ed. Fontemoing. París.Pág.230-31
[4] Ibídem.
[5] Autonoè sería traducida al castellano por Autonia, sin embargo nosotros nos referiremos a la legendaria fundadora de mantinea con el nombre de Antinoe, tal y como la recoge Pausanias en su Descripción de Grecía.
[6] " En las relaciones entre los hombres y los dioses, el rol de intermediario parece por derecho de preferencia a las mujeres...La mujer era depositaria de la inspiración divina y la transmitía a los hombres para su iniciación. según Herodoto, son las mujeres, hijas de Dànao. las que enseñaron a las mujeres de los Pelasgos los ritos egipcios de Demeter-Isis y las arcadias les guardaron el secreto. Dejando atrás las grandes diosas y las heroinas abundan en las leyendas mantineanas; Las Pélides, Alalcomenia, Maira, Penélope, fialo, Deodomenia, hija de Arcas, Autonia, fundadora de Mantinea...las mujeres de las grandes familias mantineanas son partícipes de una manera más activa en los cultos de la ciudad."

[8] Pausanias. Descripción de Grecía. Tomo III. Libro VIII. (La Arcadia). Biblioteca clásica Gredos. Ed. Gredos. Madrid. 1994.
[9] Roger Godel. opus cit. pàg. 44

No hay comentarios: